[gallery] A pesar del frío invernal -y aparentemente social- el pasado viernes 10 de diciembre abrió sus puertas en Zaragoza, entre multitudes, el Centro Social Librería La Pantera Rossa. Un nuevo espacio comunitario para la cultura, la socialización y la movilización. Un proyecto que advierte no ser sólo una librería que ofrece textos diferentes, sino una realidad metropolitana que quiere ser equilibrio entre palabra y acción. La Pantera Rossa se presenta como parte activa en la construcción teórica y práctica del ciclo próximo de movimiento social y pretende servir de conexión de las experiencias y realidades transformadoras emergentes. Maribel Martínez. Diagonal Aragón. Solo hace unos días, desde las páginas de El País, la periodista Maruja Torres saludaba alborozada y llena de esperanza la apertura de una librería en Mislata-Valencia, fruto sin duda de la ilusión y de grandes dosis de entusiasmo de un matrimonio amigo. Ella calificaba de regalo navideño la aventura emprendida por esta pareja. Una demostración de que aún hay gente que, impelida por su amor a los libros y convencidos de que no hay mejor bien que un buen libro regalado o recomendado a tiempo, son capaces de abandonar trabajo o ciudad de residencia y embarcarse en su sueño, en la aventura de abrir las puertas a la cultura. En definitiva, de montar un negocio que tiene más de quimera, de quijotismo que de empresa dirigida a ganar dinero. Ya decía M.T. que en tiempos como los que transitamos abrir una librería, cuando tantas se cierran, es cuando menos una heroicidad. Y como tal la saludaba la excelente periodista: «No están los tiempos como para desdeñar lo bueno que nos ocurre». Por eso mismo y haciendo caso a lo que nos recomienda Maruja Torres, desde aquí quiero saludar y celebrar otra iniciativa que corre pareja a la de Valencia. En Zaragoza, en la Magdalena, en la calle San Vicente de Paúl 28, abre una nueva librería: La Pantera Rossa. Librería que se integra en un espacio del centro social en el que también tienen cabida el periódico Diagonal en Aragón, la Red de Apoyo a los Sin Papeles, el colectivo de objeción y antimilitarismo Mambrú y el grupo de estudios metropolitanos A Zofra. Es este un local luminoso y alegre, en el que las paredes de la planta calle se llenan de libros, y el sótano se habilita como lugar diáfano de reuniones en el que acoger a personas y colectivos, como nos contaban durante su multitudinaria inauguración -había más gente esperando en la calle para entrar que la que llenaba el local-: "Un lugar cálido, abierto a la construcción comunitaria de nuevos ingenios políticos, culturales y sociales, de formas creativas y eficaces de intervención en la selva metropolitana". "Queremos -comentaban ilusionadas sus impulsoras- que este espacio sea una oportunidad para el encuentro de ideas y personas, para la inteligencia colectiva, el conocimiento crítico, la autoorganización, la movilización, la felicidad...". Y eso es lo que pudimos percibir ayer entre los asistentes. Hay caldo de cultivo suficiente en esta ciudad para iniciativas que se salgan de los circuitos establecidos. Hay otras formas de entender la cultura, la política, la solidaridad o el hermanamiento con los que llegan de lejos. Las transformaciones sociales son posibles y el Centro Social Librería La Pantera Rossa es un lugar inmejorable para empezar trabajar sobre ellas. Bienvenida sea esta iniciativa, bienvenidos nuestros amigos de La Pantera Rossa. Desde ayer Zaragoza tiene una librería en la que comprar libros interesantes, educativos o cercanos al compromiso social o político, y un centro social en el que reunirse y trabajar en los temas que nos preocupan. Frente a la crisis que nos viene impuesta desde los mercados y los gobiernos, la Pantera Rossa abre sus puertas haciendo un guiño, de ahí el lema que nos saludaba desde sus cristaleras: "Apertura por crisis". Hagan caso a su invitación, visiten su local y si les apetece compren uno o varios libros, qué mejor regalo para estos días de consumo basura, ya que como decía Maruja Torres, éste es otro milagro navideño.