Como a estas alturas todo el mundo sabrá o se imaginará La Pantera Rossa de Zaragoza permanece cerrada al público debido a la alerta sanitaria por el Coronavirus y hasta nuevo aviso. Además, hemos acordado suspender voluntariamente la venta online por solidaridad con el personal de transporte y Correos. En este sentido os invitamos a que reduzcáis a lo imprescindible todas las compras por internet. Cuando sea conveniente reanudaremos el servicio habitual de pedidos, os rogamos comprensión y paciencia y sentimos las molestias que todo esto pueda ocasionaros, somos conscientes de que para mucha gente, y más aún bajo encierro forzado, los libros son una necesidad cotidiana, desde luego que para nosotras lo son.

Esta situación extremará las dificultades económicas del pequeño comercio de barrio que desde el primer momento ha antepuesto el cuidado de la vida al lucro económico, manteneos atentas a las medidas que propongamos en adelante para ayudarnos. Nuestra voluntad de resistencia cultural es firme, de un modo u otro saldremos adelante con vuestra cooperación; de la misma forma en que nacimos sobreviviremos. No hay virus neoliberal que nos tumbe.

Por otra parte, todo indica que la acumulación de circunstancias como la deforestación salvaje, la urbanización incontrolada y la ganadería industrial junto al cambio climático producto de la contaminación, lleva tiempo provocando el desequilibrio entre especies animales, virus y bacterias, multiplica la circulación de microbios y la transmisión de enfermedades. Y si a la destrucción de la naturaleza sumamos la precarización o desmantelamiento del sistema público de salud y de servicios sociales, ¿qué nos queda? Necesitamos protegernos de la pandemia de un sistema económico y social injusto que amenaza cada vez más la vida del planeta y de quienes lo habitamos.

Es imprescindible reforzar nuestro apoyo mutuo y la reflexión para salvarnos del cesarismo y la militarización de nuestros cuerpos y de la vida colectiva. Frente a la vocación autoritaria de los Estados para resolver los conflictos y la ocultación por parte de sus instituciones del grave problema medioambiental y de desigualdades donde anida esta crisis y otras futuras, llamamos a mantener viva nuestra capacidad de pensamiento y de crítica social.

No consientas que te inoculen el virus del miedo para aceptar la recesión económica y las medidas antisociales que exige el capitalismo, o para acostumbrarnos a obedecer ciegamente. Desconfía de quienes muestran ahora preocupación por nuestra salud pero ayer recortaban la inversión en ella o la privatizaban sin pestañear; de los que alardean de querer salvar vidas pero desprecian las de quienes huyen de la guerra o del hambre y buscan refugio aquí; de aquellos privilegiados que alientan la producción depredadora y el consumismo que ha provocado la crisis ecológica que nos ha conducido hasta este disparate.

Ojalá, lo antes posible, volvamos a encontrarnos, a compartir lecturas y saberes en un nuevo abrazo comunitario, aún más consciente, socialmente responsable y amoroso. Mientras tanto, aíslate de los engaños de los de siempre y lee.