DESDE QUE DEBORAH (JUNG JIN) LEE EMIGRÓ DE COREA DEL SUR A ESTADOS UNIDOS CON SU FAMILIA ES CONSCIENTE DE SU ALTERIDAD.
Durante un tiempo, su inglés no era perfecto, pero ahora tampoco domina el coreano. Ninguno de sus profesores pronuncia correctamente su verdadero nombre. Su cara y especialmente sus ojos son distintos a los del resto.
En el instituto, las cosas se complican todavía más, y Deb comienza a quedarse atrás en las clases. Las amistades cambian, las peleas con su madre aumentan y la presión se dispara: atrapada en el limbo sin ningún lugar seguro donde refugiarse, siente que su salud mental se desploma.
Pero Deb es más fuerte de lo que piensa y, mediante el arte y el autocuidado, comenzará un proceso de sanación gradual que la dotará de nuevas perspectivas y la ayudará a reconciliarse con sus raíces y consigo misma.