Llevamos años con una crisis económica que nunca acaba. Con esta excusa los gobiernos se apropian de lo público, nos despojan de derechos y mejoras sociales que costó mucho conseguir, nos roban nuestros sueños. Su vieja política, dirigida por los poderes financieros, movida por la corrupción, el engaño y la avaricia, ha demostrado ser un desastre para la mayoría y beneficiosa sólo para unas élites que siguen enriqueciéndose con la crisis. Necesitamos una gestión pública honesta, transparente y responsable: ha llegado el momento de reapropiarnos de la gestión de nuestros asuntos.

Y vamos a empezar por lo más próximo: nuestra ciudad, nuestros barrios, nuestro ayuntamiento. Sólo hay un camino para conseguir que esta apuesta sea un éxito, sólo hay un requisito para GANAR ZARAGOZA: que seamos la gente de la calle quienes tomemos las decisiones. Porque somos vecinas y vecinos con derecho a construir la ciudad que queremos: una ciudad al servicio del bienestar colectivo, no del dinero.

Con este deseo, llamamos a ganar el cambio en la calle y también en las urnas. Sabemos que miles de personas juntas podemos conseguirlo. Este camino ya ha sido iniciado por muchas otras ciudades en un proceso imparable. Aquello que parecía imposible no era más que miedo y desconfianza, que ahora podemos transformar en ilusión y apoyo mutuo.

Es tiempo de una nueva política, es el tiempo de la gente. Te animamos a participar en un proceso construido desde abajo con el objetivo inmediato de crear una candidatura donde las personas, todas las personas, seamos protagonistas. Un proceso amplio y expansivo de cambio político, de organización social. Para lograr una democracia real no basta con cambiar de representantes políticos, necesitamos una revolución democrática: una profunda transformación de las instituciones, que reduzca el gobierno municipal a una mera administración y convierta las decisiones políticas en un ejercicio público y comunitario.

Las próximas elecciones municipales de mayo de 2015 representan una gran oportunidad. Ganando Zaragoza podemos, por ejemplo, evaluar la gestión de los bienes y servicios de la ciudad, municipalizar los que han sido ya privatizados, y exigir responsabilidades por el fraude y el despilfarro. Podemos conseguir una auditoría de la deuda municipal para determinar qué deudas son legítimas y cuáles son ilegítimas y no vamos a pagar. Podemos poner fin a la acumulación de cargos, limitar sueldos y mandatos, y establecer mecanismos efectivos de control de los responsables públicos. Podemos garantizar la supervisión social de los presupuestos, con iniciativas y consultas ciudadanas vinculantes que ayuden a tomar decisiones legítimas.

Queremos una ciudad igualitaria, en la que todos los barrios importen lo mismo. Que garantice el acceso a la vivienda, a la educación y sanidad públicas, a una renta básica universal… Queremos romper la dependencia institucional de las oligarquías locales, concentradas fundamentalmente en los sectores de la construcción, la energía y las finanzas, que hipotecan el empleo, mercantilizan la cultura o destruyen el patrimonio urbanístico y natural de nuestra ciudad.

No hay fórmulas mágicas para resolver la compleja situación de emergencia social que estamos viviendo, ni las dificultades que nos encontraremos. Habrá que avanzar preguntando, y aprendiendo de los errores y aciertos del pasado. Estamos ya en el camino, no hay tiempo que perder: somos la ciudad y queremos construirla de nuevo.

Firma el llamamiento, hazlo tuyo, compártelo, participa…


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