La guerra empieza aquí: marcha e inspección ciudadana a las instalaciones militares de San Gregorio
El 11 de junio, desobedece a las guerras en Zaragoza
En Zaragoza, el movimiento del 15-M ha supuesto un soplo de aire fresco a la realidad de la movilización social de nuestra ciudad, cuestionando las bases sobre las que se sustenta el poder de aquellos que controlan nuestra sociedad. Queremos contribuir a esta frescura con una nueva acción de desobediencia civil, divertida y, a la vez directa, llamando la atención hacia el derroche de recursos que genera la actitud militarista de nuestros gobiernos, en uno de los mayores espacios dedicados a la guerra en toda Europa: las instalaciones militares de San Gregorio. Queremos denunciar el papel que los cuerpos militares, ejército, policía, etc. desarrollan en nuestros propios países a la hora de convertirse en garantes de un orden injusto. Las guerras del mundo se preparan aquí al lado, para poner en marcha guerras como las de Afganistán y Libia son necesarios lugares como la Brigada Logística o la Base Aérea de Zaragoza. No estamos sólo ante la tragedia de una guerra en lugares lejanos, sino en el proceso según el cual, nuestro territorio se convierte en cómplice del entramado internacional que genera injusticia, sufrimiento y muerte. Por otro lado, para mantener los enormes costes de las guerras que se libran en países lejanos, se recortan cada vez más servicios e inversiones sociales, agravando todavía más la situación de crisis en la que nos encontramos.
Desde el colectivo Mambrú, integrado en el proyecto común de La Pantera Rossa, queremos llamar a reflexionar sobre los mecanismos de resolución de conflictos de nuestra sociedad, ya que consideramos que una sociedad realmente democrática sólo es viable cuando existen los medios para solucionar de manera pacífica los conflictos. Hace unos días veíamos como los Mossos de Escuadra desalojaban de forma despiadada los campamentos de Lleida y Barcelona. Los acampados resistían de forma impecablemente pacífica, pero los agentes de policía no tenían reparos en agredirles brutalmente. Incidentes similares se vieron por parte de la Policía Nacional en Madrid en la manifestación del 15M y el posterior desalojo de Sol.
Por otro lado, nuestro gobierno está en guerra con Libia. El supuesto motivo, que Gadafi reprimía violentamente protestas pacíficas con las mismas armas que los países europeos, España incluida, le vendían sin ningún tipo de cargo de conciencia. Aún así, el apoyo a los rebeldes no comenzó hasta que estos (o algunos de ellos) se erigieron como una fuerza armada que pretendía derrocar al dictador por la fuerza, de la misma manera que no se ha ofrecido ningún tipo de apoyo a las movilizaciones pacíficas que se suceden en casi todos los países árabes donde gobiernan dictadores apoyados por nuestros gobiernos. Y, si por un lado el régimen libio ataca despiadamente a la población civil usando bombas de racimo, fabricadas por la empresa Instalaza en Zaragoza; los ejércitos de la OTAN no se quedan atrás y bombardean varias ciudades libias con uranio empobrecido.
También estamos participando en otra guerra en Afganistán desde hace casi 10 años, con el resultado de 94 militares españoles muertos y unos 30.000 civiles afganos asesinados. Sin embargo, la democracia que se pretendía llevar al país nunca llegó, la situación de la población (y sobre todo la de las mujeres) no ha hecho más que empeorar y se fomenta el terrorismo y el tráfico de droga. La máxima de que la violencia sólo engendra más violencia se cumple más que nunca en Afganistán con consecuencias trágicas.
Vemos que aquellos que nos gobiernan sólo tienen una solución a la hora de gestionar cualquier tipo de conflicto social o internacional: la violencia. Y, en medio de una crisis económica y social cada vez más dramática, el estado gasta un 12 % de su presupuesto (es decir, del dinero que nos recauda), 1 de cada 8 euros, en financiar al ejército, las guerras y la producción de armamento. Y si añadimos el dinero que se gasta en policía, cárceles o vigilancia de fronteras este porcentaje sube hasta el 14’6%. Como sociedad, dedicamos una cantidad enorme de dinero que podría utilizarse a mejorar la situación de la población a resolver nuestros conflictos de manera violenta.
Por todo ello, hacemos un llamamiento a rebelarnos de forma noviolenta contra toda esta injusticia. Las instalaciones militares ocupan un 30% de la superficie municipal de Zaragoza, y es el lugar donde se preparan las diferentes guerras en las que participa nuestro gobierno. Es por ello que convocamos una marcha a los acuartelamientos militares de San Gregorio, que terminará con una inspección ciudadana de las mismas. Una inspección ciudadana es una acción noviolenta mediante la cual ciudadan@s pacífic@s entran dentro de terrenos militares en un acto de desobediencia, con el objetivo de poner en evidencia que las guerras que tienen lugar a miles de kilómetros de distancia se preparan al lado de nuestras casas.
Pásalo, publícalo, cuéntaselo a tus amigas y amigos; difúndelo por las redes sociales:
Marcha a San Gregorio e Inspección Ciudadana, próximo Sábado 11 de Junio, a las 12h de la mañana en la parada de autobús de la Ciudad del Transporte junto a Transportes Azkar (http://tinyurl.com/5ttc9yp). Para llegar allí hay autobuses cada media hora de la línea Zaragoza – Urb. el Zorongo, cuyos horarios se pueden consultar en http://www.consorciozaragoza.es/. Además, quedaremos a las 11h de la mañana en la parada de autobús de Avenida Cesar Augusto nº 22, (junto al Teatro Fleta) para coger en grupo el autobús que llega hasta el punto de comienzo de la marcha.
ACLARACIONES:
1.- Las acciones de desobediencia civil, como la que se está planteando aquí, son acciones colectivas y públicas, que no buscan imponerse sino lanzar una interpelación a la sociedad desde su base, y que asumen y utilizan las consecuencias que provoca. Todo esto, con el sentido del humor y la creatividad como ingredientes.
2.- Una de las características de este tipo de acciones es el respeto a toda persona, distinguiendo siempre entre la persona y el personaje o papel social que representa. Es decir, esta acción no pretende ser un ataque a las personas que cobran un salario como militares a cargo de los impuestos que costeamos entre tod@s en las instalaciones de San Gregorio, sino que busca hacer una crítica hacia la forma de afrontar conflictos sociales e internacionales por parte de quienes nos gobiernan.
3.- Los datos sobre gasto militar utilizados en el artículo corresponden a estudios que se hacen año tras año con el objetivo de calcular la cifra de gasto militar real, incluyendo las partidas que se pagan desde ministerios o fondos diferentes al del Misterio de Defensa y se expresan en tanto por ciento de los Presupuestos Generales del Estado, y, en consecuencia difieren notoriamente de los que, en algunos ámbitos, se realizan sobre el Producto Interior Bruto y no son comparables entre ellos, ni, por supuesto con los del PIB de otros estados. Más información aquí: http://www.centredelas.org/images/s...
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