Si me das presencia
12 €
iempre es un placer inesperado y agradecido encontrarse con una nueva voz original como la de María Isabel Esteban Martín, Isamar de Fondo, en un mundo normalmente tan acotado como es el de la literatura poética. Quienes se acerquen a su libro Si me das presencia, publicado en 2021 por Ondina Ediciones, se encontrarán con una poesía cercana, nada abstrusa, pero llena de matices y sugerencias, capaz de despertar emotivos ecos en cada uno de nosotros, pues Isabel nos habla del amor desde lo profundo de una experiencia personal que se intuye intensa y vívida.
En Si me das presencia, Isabel Esteban nos habla del amor en todas sus facetas y etapas. Por eso es un libro al alcance de todo el mundo y con el que todo el mundo puede identificarse en un momento dado, pues raro será quien no haya pasado por alguno de los vaivenes sentimentales que recorre la poeta a lo largo de su obra.
Los poemas recogidos en este libro nos animan a iniciar una venturosa travesía que va desde el pálpito primigenio e ilusionante del nuevo amor que se vislumbra desde la Puerta abierta al mar, a las mareas tumultuosas de la pasión y el erotismo enfebrecidos que recorren poemas como El incendio o Deshielo, a la Absoluta convicción de las corrientes y contracorrientes del amor en pareja, pasando por las borrascosas olas del desamor que dejan al Barco sin destino hasta arribar a las tranquilas y calmadas aguas de ese puerto que es la esperanza de un nuevo amor, junto al Bosque de los álamos.
Como se puede ver, la referencia al agua de mis anteriores líneas no es baladí, pues el mar siempre ha estado muy cercano a la poeta Isabel Esteban, desde su descriptivo alias literario Isamar de Fondo, a los títulos de muchos de sus poemas y las figuras y metáforas que recorren sus versos, todas ellas muy ligadas a los elementos de la naturaleza que tan caros les eran a los clásicos: el agua, el fuego, el aire, la tierra... todos ellos como símbolos de estados anímicos o de las situaciones vitales que nos llevan desde el nacimiento a la muerte.
Y junto a ellas, otras figuras recurrentes en su poesía procedentes de elementos paisajísticos: el bosque, los pájaros, las ventanas, el faro... que, además de su sentido metafórico, nos revelan la aguda vista que Isabel tiene para el detalle y que se plasman en una sensibilidad, no sólo literaria sino también pictórica, gracias a la cual podemos disfrutar de las hermosas ilustraciones que acompañan este libro, obra de la propia poeta.
Sin embargo, lo más grato de este Si me das presencia es, como su propio título indica, la reivindicación de la presencia femenina, esa presencia femenina tan necesaria y obligada en la poesía como en todos los demás ámbitos, a la que todos nos debemos y que, a cambio de otorgarle la importancia que merece, nos corresponderá a su vez con su tacto, con su tiempo y, sobre todo, con su voz, algo muy apreciado, especialmente cuando se trata de una voz tan insinuante, tan profunda y tan llena de resonancias como la de Isabel Esteban. Lean este libro y, parafraseando a la propia poeta, déjense llevar por el inefable poder de sus palabras que cautivan, enredan, atrapan, subyugan... y liberan. No se arrepentirán.
En Si me das presencia, Isabel Esteban nos habla del amor en todas sus facetas y etapas. Por eso es un libro al alcance de todo el mundo y con el que todo el mundo puede identificarse en un momento dado, pues raro será quien no haya pasado por alguno de los vaivenes sentimentales que recorre la poeta a lo largo de su obra.
Los poemas recogidos en este libro nos animan a iniciar una venturosa travesía que va desde el pálpito primigenio e ilusionante del nuevo amor que se vislumbra desde la Puerta abierta al mar, a las mareas tumultuosas de la pasión y el erotismo enfebrecidos que recorren poemas como El incendio o Deshielo, a la Absoluta convicción de las corrientes y contracorrientes del amor en pareja, pasando por las borrascosas olas del desamor que dejan al Barco sin destino hasta arribar a las tranquilas y calmadas aguas de ese puerto que es la esperanza de un nuevo amor, junto al Bosque de los álamos.
Como se puede ver, la referencia al agua de mis anteriores líneas no es baladí, pues el mar siempre ha estado muy cercano a la poeta Isabel Esteban, desde su descriptivo alias literario Isamar de Fondo, a los títulos de muchos de sus poemas y las figuras y metáforas que recorren sus versos, todas ellas muy ligadas a los elementos de la naturaleza que tan caros les eran a los clásicos: el agua, el fuego, el aire, la tierra... todos ellos como símbolos de estados anímicos o de las situaciones vitales que nos llevan desde el nacimiento a la muerte.
Y junto a ellas, otras figuras recurrentes en su poesía procedentes de elementos paisajísticos: el bosque, los pájaros, las ventanas, el faro... que, además de su sentido metafórico, nos revelan la aguda vista que Isabel tiene para el detalle y que se plasman en una sensibilidad, no sólo literaria sino también pictórica, gracias a la cual podemos disfrutar de las hermosas ilustraciones que acompañan este libro, obra de la propia poeta.
Sin embargo, lo más grato de este Si me das presencia es, como su propio título indica, la reivindicación de la presencia femenina, esa presencia femenina tan necesaria y obligada en la poesía como en todos los demás ámbitos, a la que todos nos debemos y que, a cambio de otorgarle la importancia que merece, nos corresponderá a su vez con su tacto, con su tiempo y, sobre todo, con su voz, algo muy apreciado, especialmente cuando se trata de una voz tan insinuante, tan profunda y tan llena de resonancias como la de Isabel Esteban. Lean este libro y, parafraseando a la propia poeta, déjense llevar por el inefable poder de sus palabras que cautivan, enredan, atrapan, subyugan... y liberan. No se arrepentirán.
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